En un antiguo edificio de 1899, en el centro histórico de San Telmo se desarrolla el proyecto para la galería de arte contemporáneo Calvaresi.

La premisa del mismo era obtener el mayor espacio posible en cada planta sin perder el espíritu de este tipo de construcciones históricas.

El partido adoptado es de plantas libres unidas por un núcleo vertical de circulación formado por una escalera lineal etérea y un ascensor vidriado que las conecta. La ubicación de este núcleo responde a la necesidad de mantener despejada de cualquier mueble que pudiera apoyarse sobre ella la pared del Museo de la Penitenciaría, una construcción jesuítica lindera que data de 1734, jerarquizando así su valor histórico. 

La estructura existente es reforzada con perfilería metálica para poder maximizar el espacio de exposición en todas las plantas.

El altillo cuenta con una cubierta vidriada autoportante y removible que tiene vistas hacia todos los edificio que componen el Museo de la Penitenciaría como la Capilla de Nuestra Señora del Carmen y la iglesia de San Pedro Telmo. A su vez, la misma dota de iluminación natural a todas las plantas a través de un solado de vidrio que bordea la escalera.

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